miércoles, 21 de febrero de 2007

Sueños y mucha alegría ..... ¡¡¡¡



Biografía de nuestro amigo

Juan Carlos Sepúlveda Becerra


Por medio de estas páginas, esperamos que puedan conocer a Juan Carlos Sepúlveda, más conocido como “Chili”. Su familia esta compuesta por sus padres y sus tres hermanos (Ricardo de 26, Paulina de 23 y Claudia de 14). Los cuales, se han mantenido unidos con una fortaleza y amor que cualquiera de nosotros quisiéramos tener, en nuestras familias.

El Chili nació el 7 de Octubre de 1982 y desde ese día sus padres han sido testigos de la facilidad que tiene para aprender, todo lo que le enseñan. Lo demostró desde muy pequeño, al comenzar a caminar a los 11 meses y avisar para hacer pipi a los 14 meses.

Siempre ha sido distinto de sus hermanos, en los paseos al aire libre, él andaba 5 metros antes o 5 metros más atrás, por lo que siempre sus papás tiernamente le decían “apúrate hijo único”. Y en las horas de sobremesa, no tenía mucha participación, porque sus hermanos eran, y son, tan habladores que el pobre Chili no alcanzaba a decir “yo opino...”, cuando la Pauli o Ricardo ya iban en la mitad de la historia.

Su vocación y capacidad de enseñar la demostró a penas tuvo algo que enseñar, sino basta preguntarle a la Pauli, quien jugando a la escuelita con el Chili, logró aprender a leer, escribir y sumar, o a Claudia que recuerda cuando le arregló la corbata para su primer día de clases. Nunca se ha cansado de enseñarnos y que lección de vida nos estás dando hoy al seguir luchando. Gracias a tu lucha constante, hoy podemos decir que estás ganando esta batalla, Chili te pedimos que no dejes de luchar hasta ganar la guerra. Queremos seguir aprendiendo de ti…

Desde pequeño, fue un niño con mucha imaginación para entretenerse, jugaba hasta con las pelusas que volaban. Era muy paciente, tierno y cariñoso pero cuando se enojaba nadie ni nada estaba a salvo!!!... lo bueno es que se le pasaba luego, nunca ha sido rencoroso. Cuando tenía dos años, quiso aprender a andar en bicicleta sin rueditas a los lados y se esforzó mucho, hasta que decidió tirarse por una bajada, todas las veces que fuera necesario, dándose varios porrazos y terminando con la frente rota, pero lo logro. Quizás esta vez el golpe fue más fuerte, pero te pedimos Chili que tengas la fuerza necesaria para volver a ponerte de pie…

Queremos volver a verte sonreír. Siempre le gustó bailar, cantar, imitar voces y personajes con lo cual animaba las fiestas. Tiene una chispa que lo hace conquistar la sonrisa de cualquier persona, a pesar que desde muy pequeño tuvo la mecha corta, no soportaba que lo pasaran a llevar, pero cuando llegaba el momento de tirar la talla, era el primero que salía con un nuevo repertorio. Durante su adolescencia en Puerto Williams, formó una dupla inseparable con la Pauli, una de sus hermanas, convirtiéndose en los mejores amigos que podían existir, inseparables, cómplices de todo, dupla que se tuvo que separar cuando el Chili, siguiendo los pasos de su hermano mayor, entró a la Universidad Técnica Federico Santa María a estudiar Ingeriría Civil Electrónica, pero que se volvió a reencontrar cuando la Pauli entró a la misma universidad.

Durante toda su vida, ha sido una persona muy inteligente, lo cual ha quedado demostrado con su excelente rendimiento académico y su participación en muchas actividades. Estos aspectos le destacaron como alumno de la UTFSM, donde ha ganado mucho y lo único que perdió fue el orden que lo caracterizó hasta la adolescencia. Nunca te gustó ser del motón, y tienes capacidades de sobra para seguir siendo el más destacado, Chili te queremos volver a ver brillar…

Le gustaba siempre pedir la opinión de todas sus ideas a su hermano mayor, Ricardo, por más descabelladas que estas fueran. Discutía su postura hasta el final, pero todos sabemos que ponía mucha atención en las palabras de su hermano, más que mal, era su ejemplo. Se podían amanecer conversando, acompañados de un par de cervezas, cual era el mejor camino, argumentando y respetándose uno al otro.

En su vida universitaria, conoció a la Mary, su gran amor. Desde el día que se conocieron, sus corazones no se separaron más. Ella también ha sido testigo de sus sueños como irse al extranjero a estudiar e investigar y cada día aprender más, de sus defectos, gustos y virtudes. Sabía que pasaba muchas, pero muchas horas, pegado a su computador, que prefiere el manjar al chocolate, que le gusta el café. También pudo disfrutar de la capacidad del Chili de entregar todo lo que tiene, su amor, sus conocimientos y todo lo que pueda servirle a alguien más. La Mary lo admira por su inteligencia, su dedicación en cada cosa que emprende, su fuerza, su lealtad y preocupación por sus amigos y su familia, sus ganas de hacer tantas cosas, su forma de entregar amor, su sinceridad y la forma de enfrentar los problemas, y nosotros también te admiramos. Ahora más que nunca al llevar 3 meses luchando cada día por recuperarte…

Durante el mes de diciembre el Chili estaba haciendo su práctica en la misma Universidad y en enero se iba a Canadá, ya que lo habían becado para continuar sus estudios de post grado allá, estaba cumpliendo uno de sus sueños, y con el fin de pasar la navidad en familia viajó a Punta Arenas el 23 y volvería el 25 de diciembre. Pero el día 24, a eso de las 17:00 hrs., tuvo un accidente automovilístico que lo tuvo en la UTI del Hospital Naval de Punta Arenas, siempre conectado a un ventilador mecánico, luchando cada día con las infecciones, soportando una Traqueostomía y una Gastrostomía. Sus avances fueron pocos y muy lentos.

Con la esperanza de un pronto traslado a Santiago la familia se separa, sus hermanas viajan a Quilpue y sus padres se quedan en Punta Arenas. Pero, la aeroevacuación se atrasa un par de semanas y el ánimo decae, en el Hospital Naval no queda mucho que hacer por el Chili. Aún así, la fe y esperanza nunca se pierden, hay que mantener fuerte al Chili y para eso todos debemos tener fuerza, hay que estar alegre para que el Chili no deje de sonreír…

Por fin el día 19 de marzo, el Chili fue trasladado al Hospital de la Fuerza Aérea Santiago, donde permanece hasta el día de hoy. La fe y la esperanza, que se mantuvieron siempre, tenían un por qué y ese por qué es el que hoy nos mantiene más unidos que nunca. Desde su llegada a Santiago, el Chili ha mostrado avances pequeños a la vista, pero grandes y alimentadores para la esperanza. Su primer logro fue respirar por si sólo y superar por completo las infecciones que tuvo en Punta Arenas. Gracias a estos avances, el día 29 de marzo logró pasar a Tratamiento Intermedio Médico (TIM). Acá, su familia lo ha visto apretar la mano cuando quiere responder que sí, seguirlos con la vista, reconocer a las personas en las fotos, tomar y mirar con detención una fotografía de su querida Universidad y responder a los ejercicios de la terapeuta. Gracias a todos estos logros, hoy podemos hablar de REHABILITACIÓN y decir que el Chili sigue con nosotros, luchando día a día. Nos ha demostrado que no se quiere ir, que se quiere recuperar y es tarea de todos quienes nos toque cruzarnos en la vida del Chili apoyarlo, motivarlo y ayudarlo en su lucha…

Él es muy importante en la vida de muchas personas que son las que hoy nos convocamos para buscar la forma de apoyarlo, por que lo queremos con nosotros, queremos disfrutar de su presencia, de su humor singular, de mirarlo fruncir el ceño y de escucharlo soñar haciendo miles de planes para su futuro… queremos verlo hacer estos sueños realidad. Por eso les pedimos detenerse un momento, hacer una oración por la recuperación de nuestro amigo y gritar junto a todos nosotros…




C-H-I …chi L-I… li… chi chi chi li li li fuerza Chili!!!